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LA MANERA MISTERIOSA DE CÓMO NOS LLAMA EL SEÑOR Y NOS APARTA PARA ÉL

En 1984 mi tía, Christa Mertins, quien fuera Prima Ballerina del Ballet Guatemala en su época de oro -y que hoy lleva su nombre muy merecidamente: "Ballet Guatemala Christa Mertins"- , me inscribió en un concurso de Ópera, en Italia, organizado por un famoso barítono llamado Tito Gobi. Yo estaba sumamente nerviosa y muy asustada, porque, como siempre, debido a mi enorme baja autoestima e inseguridad, quería evadir mi responsabilidad y salir huyendo. Sin embargo, decidí aceptar la propuesta de mi tía que ya había pagado mi inscripción. Los ganadores tendrían oportunidad de ganar becas para estudiar ópera en Italia. Una oportunidad sin precedentes para cualquiera.

Lamentablemente, el maestro Gobi murió ese año, un poco antes del concurso y éste, obviamente, se canceló y nunca se volvió a realizar. Siempre me he preguntado ¡qué hubiera sido de mi vida si este concurso si se hubiera llegado a realizar y hubiera tenido alguna oportunidad de estudiar ópera en forma!. Sin embargo, estoy convencida de que la mano de Dios intervino para mi bien y me había visto con misericordia para conocerlo y servirlo. Como bien le dijo el Señor al Profeta Jeremías: "Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constituí" (Jer 1,5) Estoy muy consiente de que él Señor me escogió desde la eternidad para servirlo a través de mi música y mi canto


NO DEJES QUE TU AUTOESTIMA LASTIMADATE DETENGA:

Una anécdota que tal vez pueda animar a alguien -cuya autoestima ha sido lastimada por cualquier motivo- a no desanimarse y seguir luchando para lograr sus metas y sueños:
A la edad de 13 anos, cuando a penas cantaba, afinado si, pero mi voz era de "raton tierno" todavía y, por supuesto, sin nada de estudio, animada por mi amiga de la infancia Irenne Coronado, cantaba precioso desde muy pequeña, participe en el concurso de canto del FESTIVAL SALESIANO JUVENTUD que se realizaba en el Colegio Don Bosco de la ciudad de Guatemala; en él participaban muchos jóvenes muy talentosos en todas las disciplinas artísticas incluidas en este concurso.

Yo participé en el áere de canto, con "Chiquitita" del grupo Abba de Suecia, uno de mis grupos musicales favorito y que, en aquel tiempo, uno de los más famosos mundialmente; cuando todavía la juventud escuchaba música muy sana. Cuando estaba en la competencia para elegir a los finalistas, a la hora de cantar la parte aguda de la cancion, se me salio un "gallito" (técnicamente se llama "ruptura") y todo el público que, en su mayoria eran jovenes varones, ser burlaron de mi.

Dicho sea de paso, no sólo se burlaron por mi "gallito", sino por mi sobrepeso, problema que he padecido desde pequeña. Me chiflaron, se rieron a carcajadas, me decían cosas humillantes. Me senti terriblemente avergonzada, por lo que termine de cantar la mitad de la canción, tomé de mal modo mi guitarra y me bajé del escenario muy enojada -más bien furiosa- fruistrada, indignada, humillada y pensando: "Ya verán estos "infelices" de lo que yo soy capaz". Omito la palabra que use realmente, por respeto a ustedes y por aquellos "cristianos" que por todo se "escandalizan".

Gracias a Dios, en ese momento en especial, me fue de gran ayuda mi temperamento cólerico (quien conoce algo sobre los temperamentos sabe de lo que hablo) porque no me dí por vencida. Esta experiencia tan negativa y bochornosa, me sirvio en una forma positiva para luchar por conseguir mi sueño de cantar bien.

No me desanimaron las burlas y los comentarios de los jovenes en el Colegio Salesiano Don Bosco aquella tarde allá por los años 70´s, ni minaron mi autoestima. Con tenacidad y perseverancia, segui estudiando y trabajando por conseguir mi meta. Cuando cumplí quince años, en lugar de pedir que me enviaran a Europa, como se estilaba en esa época en mi país, pedí a mis papás que me regalaran un piano. Empecé entonces a tomar clases de canto y piano. No sabia en ese momento que el Senor estaba trabajando y afinando mi talento, mi voz, para poderlo glorificar solo a El más adelante y para llevar su Evangelio a muchas naciones y pueblos.